lunes, 24 de enero de 2011

cada minuto es especial

Por la mañana, temprano, decidimos volver al Aiún, concretamente al taller de cerámica.
Las maravillosas, y sobre todo, divertidas chicas del taller, estaban practicando con el pincel. 
Allí encontré a un niño precioso sentado en una silla, estaba sin hablar, sin hacer ruido, sin moverse. Creo que fue el primer niño que había visto así, ya que allí, todos corren, gritan, juegan, se ríen, se caen... lógico ¿no? son niños...
Me acerqué a él y lo miré, su mirada estaba triste, me miró y le sonreí, pero él seguía igual, mirando al suelo y completamente quieto. Entonces se acercó Irene (una de mis compañeras, y ahora una de mis amigas) empezamos a jugar con él, al principio sin ningún éxito, hasta que empezamos a robarle una sonrisa detrás de otra y conseguimos que bajara de la silla y se divirtiera con nosotras. Ahí se me ocurrió sacar el típico y magnífico juego de hacer pompas de jabón. Me miró fija y atentamente como metía mi mano en el bolso, sacaba el tarro, lo abría, soplaba y... pompas!! muchas pompas!! pompas grandes, pequeñas, unas subían, otras bajaban... no os podéis hacer una idea de su cara, sus ojos, y su enorme, gigante e impresionante sonrisa. 
Estaba completamente asombrado, parecía que se había vuelto loco, empezó a saltar, reír, gritar, correr... intentando explotar todas y cada una de las pompas que había hecho.
Fue un momento precioso, pensé: que fácil, es hacer feliz a un niño y que fácil es hacerse feliz a uno mismo.
Este fue un momento, como muchos otros de los que pasé allí, que no olvidaré nunca.
Pasamos toda la mañana haciendo pompas, me divertí muchísimo, creo que esa mañana volví a tener 5 años...

una mañana especial :)



Llegó la tarde, y llegaron Matu, Salek y Gaici a por nosotros para volver a Auserd, y esta vez para quedarnos unos cuantos días.
Esa noche conocí a Gaici. Gaici es un chico de 19 años, aun que parece que tenga más, ya que es una persona muy madura (como la mayoría de chicos y chicas allí) su pelo es negro, mejor dicho, muy muy negro y algo rizado, su piel es oscura, sus ojos también son oscuros y algo rasgados y su mirada intensa, la mas intensa que he visto, su cara muestra varias cicatrices, las cuales, esconden historias impresionantes. Es algo tímido y sobre todo es una bella y adorable persona.
Esa noche pasamos horas hablando con él, le hice mil preguntas y las contestó todas encantado. Era complicado para él, ya que le supone un gran esfuerzo hablar en castellano, aun así fue una conversación estupenda y muy divertida. Es con la persona que más he aprendido en el Sahara y una de las que más echo de menos en España.

Gaici tiene un dominio impresionante con el té, siempre era "el encargado" de hacerlo. Yo le comenté que me encantaba el té y rápidamente me pregunto que se quería que me enseñara a hacer un buen té. No tuve que contestar, simplemente me miró, vio mi enorme sonrisa y mi cara de ilusión, me devolvió la sonrisa y seguidamente empezó a preparar todo lo necesario para empezar la clase más interesante que he tenido en mi vida.


amargo, dulce y suave té 



Me encantó escuchar a Gaici explicando, lenta y suavemente, paso a paso y detalle a detalle la elaboración del esquisito té saharaui. Cada vez que terminaba de mostrarme una de las partes, me miraba, yo asentía con la cabeza, él sonreía y seguía con el siguiente paso. Nunca había visto a nadie hacer algo con una delicadeza tan extremada como la que tenía Gaici cuando cogía vaso a vaso para cambiar el té de uno a otro. Me pareció algo precioso y alucinante.
En ese instante Gaici me miró, vio mi casa de asombro y me preguntó: María, ¿quieres probar?
Me quedé parada sin saber que contestar, claro que quería, sí, pero, toda persona que me conozca aunque solo sea un poquito, sabe lo increíblemente torpe que soy (creo que hasta me puse roja y todo). Y contesté: No Gaici, tranquilo, yo soy un poco torpe, y seguramente tire todo, mejor sigue tu...
Gaici se empezó a reír (bueno, Gaici siempre ríe) y contestó: María, si algo nos sobra aquí, es té. Prueba por favor, seguro que lo haces bien.
No me quedó otra elección y.... ¡manos a la obra! con toda mi vergüenza y nerviosismo cogí el primer vaso de té para pasarlo al siguiente, y efectivamente, como yo me esperaba, tiré la mitad a la bandeja y la otra mitad al siguiente vaso (ya había avisado). Gaici sonrió, y dijo: no pasa nada, es el primero, verás como en el siguiente no te vuelve a pasar (ahí si estaba roja, rojísima). Respiré profundamente y volví a intentarlo. Esta vez solo cayeron unas gotas. Gaici dijo: otra vez. Así lo hice varias varias veces hasta que ¡tachaaaan! ¡no se derramó ni una gota!
No sabía que costara tanto hacerlo bien, ya que, yo veía a Gaici que lo realizaba con tal facilidad... que parecía que salía solo.
Nos reímos muchísimo de mi torpe forma de hacer té, seguimos hablando y hablando durante horas y sobretodo bebimos mucho, mucho té calentito, que venía muy bien, debido al tremendo frío que hacía esa noche.
Eran ya como las 3 de la mañana pero no importaba la hora, allí nunca importa la hora. Fue una de las mejores noches que he pasado en el Sáhara. Además fue la noche en la que conocí a uno de mis mejores amigos hoy en día, por muy lejos que esté, sé que puedo contar con él para lo que sea. Creo que es la mejor persona que he conocido.
Todas y cada una de las noches recibo un mensaje suyo. Gracias, muchas gracias por todo Gaici...


Gaici, una persona impresionante








4 comentarios:

  1. María, esto es increíble, no puedo creer que nadie te haya comentado nada!
    Menuda experiencia... y qué bien lo transmites! no sabes lo que daría por haber estado en tu lugar. Me alegro mucho de que disfrutaras y que nos lo cuentes de esta forma, que casi podemos sentir que hemos estado ahí contigo.
    Un besazo!

    ResponderEliminar
  2. Muchísimas gracias Berta!!
    Y a mi me encanta que te encante :)

    Si, ha sido la mejor experiencia que he tenido en mi vida. Es difícil o imposible explicar lo que puedes llegar a sentir allí, intento transmitirlo lo mejor que puedo.
    Un besazo amor!
    Otra vez.... Gracias :)

    ResponderEliminar
  3. ;-) me encanta Maria! buen trabajo

    ResponderEliminar